Esto es una entrada programada. Va de libros que molan y te dejan con regustillo bueno cuando los lees.
Luego te pasas un mes acojonada cada vez que oyes campanas.
Amarintia, de Fernando Martínez Gil. Va de unos cruzados que se encuentran con un bosque y uno de ellos se hace el chulito y se interna bajo los árboles a pasar la noche. Fantasía de la buena, señores, que me lo quitan de las manos.
Mirad qué edición tan bonica.
La Ilíada, de "Homero". Este me lo tuve que empollar en primero de carrera, pero tenía ganicas de leerlo desde antes, así que no la considero obligatoria. Más allá de si Homero existió o no y del batiburrillo de sistemas bélicos de seis épocas distintas que salen en la misma guerra, esto va de ser cabezón y arrancarle las tripas al enemigo. Está bonico para leer cuando estás harto de tus semejantes y quieres sangre. Además queda como ejercicio intelectual y todo, así para disimular que estás disfrutando con la carnicería.
Esta edición, además.
Cita con Rama, de Arthur C. Clarke. Este estaba por mi casa y me lo leí en algún momento de la ESO. Es una rayada sobre un cacharro que aparece paseándose por el sistema solar pasando un kilo de las personas humanas. Me gustaron el final y el punto del parapente. No recuerdo mucho más aparte de decir "jo, cómo ha molado" al acabármelo.
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