martes, 28 de junio de 2016

13 cosas que querría ver en GoT/CdHyF. Gazpacho de spoilers inside.

Bueno, bueno, bueno.

Tiempo ha ya hice una entrada sobre esto. Tras el fin de la sexta temporada me veo obligada a actualizarla. 

Cuidadín: spoilers debajo de Robert.



A ver, yo tenía una lista... Voy a empezar tachando lo que ya he visto.

1. Arya reecontrándose con Nymeria.
2. Bran poseyendo a un dragón. 
3. Arya terminando su lista.
4. Sansa palmando.
5. Corazón de Piedra VS zombis aleatorios.
6. Tyrion montando en dragón.
7. Jaime haciendo brocheta de Tyrion.
8. Daenerys VS el calamar del cuerno.
9. Theon muerto.
10. Ramsay hijo comido vivo por las ratas, muriéndose de sepsis, inserte aquí su "recibiendo su merecido" favorito.
11. Cersei perdiendo su identidad.
12. Cómo se cantea el I+D que están haciendo con La Montaña.
13. A Melisandre en todo su esplendor. 
14. Bonus track: Los Otros invadiendo los Siete Reinos.

Hay cosas que ya me dan igual. Por ejemplo, la trama de Theon ya no es un bodrio supino y aburrido, desde que escalabró a la psicópata tirándola por la barandilla, así que no tengo tantas ganas de que desaparezca de una vez. Me pasa igual con Cersei. So... Remocemos la lista, entonces.

1. Arya reecontrándose con Nymeria.
2. Bran poseyendo a un dragón. 
3. Arya terminando su lista.
4. Sansa deshaciéndose de Meñique y que parezca un accidente. Esto, por ahora, sólo tiene sentido en la serie, pero ya veremos en los libros.
 
 "Aquí abajo nunca encontrarán tu cadáver, Petyr"

5. Corazón de Piedra VS zombis aleatorios.
6. Tyrion montando en dragón.
7. Jaime haciendo brocheta de Tyrion.
8. Daenerys VS el calamar del cuerno.
9. Lady Mormont con, yo que sé, un alfiler de acero valyrio o una canica de obsidiana. Que salga en todos los capítulos que incluyan el Norte, en cualquier caso. No sé el papel que va a tener la niña en los libros, pero en la serie se ha ganado su puesto a pulso.
 
Do not mess with Lyanna Mormont.

10. Cómo se cantea el comadreo Dorniense. Que mira que fue épica la aparición de Varys saludando con un "Fire and Blood". En los libros, evidentemente, espero que Arianne haga algo aparte del panoli.

El Dios de la Luz los cría y ellos se juntan.

11. Cersei perdiendo su identidad. O a la barbacoa.
12. Al Perro reuniéndose con su hermanito. Es el cierre más práctico para la historia de ambos.
13. A Melisandre en todo su esplendor. 
14. Bonus track: La salida de Winds of Winter. Esto no es lo mismo si no puedo gritarle a la pantalla "esto en los libros no pasaaa".

martes, 21 de junio de 2016

Por qué estoy expectante ante la salida de Zelda: Breath fo the wild

Esto no es un análisis ni nada del palo. Es una reflexión subjetiva sobre ansias vivas.



Ha sido ver el tráiler y una poca gameplay y ya quiero que saquen el juego y desaparecer del mundo real una semana. Me pasa un poco como en tiempos atávicos en los que supliqué a mi padre por una colección de espada y brujería del Círculo de Lectores y estuve arañando el suelo de las ansias hasta que llegó el primer volumen de una de las sagas.

Esto es una historia de la abuela cebolleta, pero ponerlo en el título me estropeaba el feng-shui. Cuando yo era chica eso de los videojuegos, como las actividades deportivas de equipo, eran cosas que le pasaban a otra gente. Mi primer contacto con un videojuego fue en el ordenador de mi primo, con un cavernícola que le daba garrotazos a cosas. El bicho iba avanzando y aplastando cabezas y no tenía más enjundia.

 Una historia apasionante. Yeah.

También jugué a algo en casa de una amiga (era un bicho que se subía a un tigre e iba corriendo) y descubrí que agitar el mando para que el bicho saltara no funcionaba. Tiempo después acabé jugando al Diablo II. Era exactamente lo mismo que el del cavernícola en tema de enjundia, pero desahogaba bastante en época de exámenes, cuando sólo te apetece matar a todo el mundo. 

El primer videojuego en el que tuve que pensar fue el Ocarina of Time. Fue bastante mindblown. Lo jugué ya con veintiséis añazos, ojo. Me lo recomendó mi novio, a pesar de mi escepticismo ante el tema videojueguil. Él sabía que Zelda tiene algo a lo que no me puedo resistir: tiene historia.

Flipé bastante. Los personajes interaccionaban entre ellos. Me sentí como una señora medieval que acabase de aterrizar en el siglo XXI. Cuando me metí en el primer templo y tuve que empezar a devanarme los sesos disfruté como un cochino hozando en el trufal. Pasaban cosas.

Os podéis reír si queréis, pero ese juego reventó el concepto que yo tenía de que las consolas únicamente servían para mata-matas o carreras de coches (en las que soy una negada patológica, pero me lo paso pipa igual). Me sentí un poco cerrada de miras por haber generalizado mi concepto del tema videojueguil, y un poco lerda por haber necesitado que alguien me hiciera ver todo lo que podían dar de sí. Como cuando probé sushi por primera vez, Ocarina of time hizo que me convirtiera. Y bien feliz.

Descubrí después, jugando a otros títulos de Zelda, que para mí es como la pasta: podría vivir a base de pasta. Me encanta la pasta. Macarrones, fusilli, espaguetis. Cambia la forma y la salsa, pero sigue siendo pasta. Y la pasta, fiel a su esencia, siempre exquisita, a veces hasta sorprende. Igual que los niños chicos se ven treinta veces la misma película y la disfrutan igual, así me pasa a mí con esta saga. El marco base es igual pero cambian las chuches y el espíritu de cada juego.

Este último me da la sensación de que ha sido un no hay huevos de proporciones bíblicas. Yo quiero. Y lo quiero YA.

jueves, 16 de junio de 2016

¡Listas! ¡Listas!

¡Hola! Soy una entrada en forma de metalista. Sí, una lista de listas útiles para creamundos y escritores reticulados.

1. La lista de envíos. Esta es muy importante. Sirve para apuntar qué relato/obra se ha enviado a dónde y en qué fecha. Yo tengo una lista con los concursos y otra con las editoriales. Suelo añadir una columna con el plazo de contestación que ponen en la web o cosas como "si en tres meses no sabes de nosotros es que pasamos de tu culo ti". Cuando pasa ese tiempo o me contestan negativamente, les cambio el color pero no los borro para no enviar dos veces lo mismo al mismo sitio.

He dedidido poner fotos de listas para esta lista de listas. ¡Ja!
 Me mondo yo misma con mi ocurrencia (no).


2. La lista de personajes. Ahora que me he vuelto minimalista me vale con un posit, pero en su momento necesitaba folio y medio. Nunca está de más, porque igual te emocionas tanto con la historia de amor que te olvidas de que la abuela existe a medio libro o de cómo se llamaba el cartero. Tu yo del futuro corrector te lo agradecerá.

 Tú imagínate  Rowling aprendiéndose de memoria a todos los alumnos 
y todos los profesores y todos los mortífagos 
y su desayuno favorito. Too much.

3. La lista de proyectos en curso. Te pegas una semana a saco con tu novela casi terminada y de repente... La Nada. Para escapar de la maldición de Michael Ende, conviene tener a mano las "cosas alternativas que tienen que ver con escribir sin tener que escribir-escribir", esto es, la novelas que están finiquitadas pero no corregidas del todo, borradores piando porque hagas algo con ellos... A mí me ayuda bastante a oxigenar el cerebro. Es ese "anda, puedo entretenerme con esto y no sentirme improductiva mientras reflexiono en beta sobre mi atasco".

Siempre hay algún tumor que diseccionar cuando las neuronas te patinan.

4. Las listas específicas. Los reyes de Golonipedonia, los dioses de Fruagrasolandia, los hechizos de la orden de Gurrunosos... Tienden a pertenecer a la guía de estilo de cada obra y conviene tenerlas a la vista, que cuando a uno le da por ponerse creativo con uno mismo tiene más peligro Homer en un buffet libre.

ESTA TÍA sí que sabía hacer listas.
Se llamaba Henrietta Swann Leavitt y se merece que todos sepáis quién era.


5. La lista de dudas frecuentes. Esto como mejor se hace es con un corta-pega, pinta, imprime y colorea con la fundéu. Si busco una duda existenciortográfica y, al leer la respuesta, digo "anda, leches, es verdad, si esto ya lo he tenido que mirar antes y era así" asumo que mi cerebro no va a retener la información más de tres minutos y me lo copio en un documento de texto, lo imprimo, le pongo colorines, una poca de purpurina y al tablón. Ahí, bien a mano. La lista de dudas frecuentes es bastante anárquica, sí.

A veces dudo del nivel de espabile real del personaje,
pero hay que reconocer que le gustan las listas.
Curiosidad tengo por saber si tachará todos los elementos de la misma.

jueves, 9 de junio de 2016

Crónica troll de un tour troll

Me llamo Tretania y soy la becaria de la Asociación Troll por la Difusión Cultural (ATFC). Esta primavera, la ATFC ha estado bastante ocupada con una serie de eventos muy importantes para dar a conocer las peculiaridades de nuestras costumbres y acervo fuera de las Tierras Mágicas. No os podéis imaginar las cosas que hemos visto.

Todo fue idea de nuestro presidente. Juega al dominó en el mismo bar que uno de los duendes más premiados por inspirar cosas en los humanos, a quien convenció para despertar en un escritor la idea de escribir sobre nosotros, los trolls. Debo decir que fue un trabajo magnífico. La humana elegida se levantó un día y escribió el libro de una sentada. El único problema es que los duendes tienen un concepto un poco particular del mundo real y, cuando nuestro presidente le hizo el encargo, dijo: "haz que escriba un libro que lean las personalidades más importantes del mundo real". Según el criterio de los duendes, eso lleva directamente a escribir un libro infantil.

Bueno, ya que teníamos un libro infantil habría que sacar lo mejor de ello. Mandamos al hada que teníamos haciendo las prácticas de Cooperación Interespecial en la asociación a convencer a unos editores que viven en mitad del campo para que sacasen el libro y empezamos a preparar la delegación que vigilaría su expansión. El duende amigo de nuestro presi se coló en los sueños de la ilustradora para asegurarse de que nos sacaba a todos guapos y la verdad es que hizo un buen trabajo.



Primero estuvimos en una ciudad muy grande con muchas palomas (cómo me lo pasé asustándolas) donde venden unos caramelos dignos del mejor obrador troll (adoquines, los llaman; están tan crujientes...). Nuestro presidente se emocionó un poco y, como de joven trabajó en Fotochurro, se entretuvo emborronando algunas fotos. Aprovechamos para mirar puentes y sugerir a los trolls locales algunas calles que cortar. 

Hemos vuelto a este lugar varias veces (e ido a otros) para una cosa llamada "firmas de libros". Hemos podido ver a los niños humanos de cerca y constatar que son los que manejan el cotarro, aunque deben de tener un sistema educativo penoso si con siete años la mayoría no saben lo que es un basilisco o un centauro. Algunos no nos hemos podido aguantar y, por ejemplo, hicimos que se confundieran en la megafonía o en internet con el nombre de la autora. Nos lo hemos pasado pipa.


También hemos tomado nota de las cosas que no nos gustan. Por ejemplo, había adultos que miraban el libro y preguntaban que si era para niñas. Al principio dudábamos de si los niños humanos no tienen ojos para leer y las niñas sí, pero luego consultamos con los expertos en Chorradas Humanas y resulta que como la portada es así como lila rosácea y la gente tiene unas cosas muy incapacitantes llamadas Ideas Preconcebidas o Prejuicios, se lo asocian a las niñas. Qué difícil debe de ser crecer siendo humano, con todo el mundo diciéndote qué tiene que gustarte y qué no dependiendo de factores que no tienen nada que ver con nada. 

Otros adultos miraban el libro y decían: ¡tiene mucha letra! Pues claro, es un libro, no va a tener plátanos. Pero eso no es lo peor, es que lo tenía el niño en las manos todo ilusionado y le decían a él: ¡tiene mucha letra, no te lo puedes leer! Para eso ya tenemos a los trolls de Truncasueños, eso es intrusismo. Nos parece fatal.

La ATFC está muy satisfecha con el resultado de esta campaña. Yo, como becaria, espero que continúe porque así igual me contratan aunque sea a media jornada y puedo empezar a trollcotizar en condiciones. Os dejo con el vídeo corporativo para que vayáis aprendiendo lo que es un basilisco.