Sé que dije que solamente volvería a escribir en el blog si algo me cabreaba lo suficiente, pero hete aquí que ha pasado lo contrario_ algo me ha entusiasmado lo suficiente como para venir aquí a fliparme con las cosas bien hechas.
Agarraos.
Ea.
Os presento una historia que aúna lo mejor del viaje del héroe con una aproximación a la mitología clásica ejemplar (sobre todo en esta época de gente que confunde los retellings con freír tocino) y ratoncitos. Va a ser muy difícil que me guste más una peli en esta vida. En serio, volví a tener seis años mientras la veía en el cine. En España se estrena el 12 de mayo, así que ya estáis haciendo hueco para llevar a vuestros cachorros a verla, porque es un tesoro. Una joya. Y vosotros, adultos con un pie en los ochenta y una pata en los noventa, vais a pasároslo pipa también.
Los dioses se comportan como dioses: Poseidón picado con Zeus, Zeus siendo un capullo integral y Hera protegiendo a los "Argonautas". Se usan los elementos de la historia de los Argonautas con sabiduría (los dientes de la bicha, para empezar).
Y (chúpate esa, Wincklemann) la arquitectura griega es históricamente acertada: tiene colorines. Colorinchis tintalux. Qué feliz fui al verlo.
Además, los personajes ratoniles y animales no son para estrangularlos con el cable del teclado. Lo divertido es divertido y no grotesco. La evolución de Patti y su padre es muy natural y la gaviota, que tenía todas las papeletas de ser otro burro de Shrek, es gloriosa.
Ah, y en Siracusa espera una sorpresa que me encantó. Y la banda sonora. Ay, la banda sonora. No sé si he visto una banda sonora en cierto momento culminante, con sus referencias, tan bien utilizada en la vida.
Eso. Que vayáis a verla. Recordad que os la recomendé yo primero.