jueves, 9 de junio de 2016

Crónica troll de un tour troll

Me llamo Tretania y soy la becaria de la Asociación Troll por la Difusión Cultural (ATFC). Esta primavera, la ATFC ha estado bastante ocupada con una serie de eventos muy importantes para dar a conocer las peculiaridades de nuestras costumbres y acervo fuera de las Tierras Mágicas. No os podéis imaginar las cosas que hemos visto.

Todo fue idea de nuestro presidente. Juega al dominó en el mismo bar que uno de los duendes más premiados por inspirar cosas en los humanos, a quien convenció para despertar en un escritor la idea de escribir sobre nosotros, los trolls. Debo decir que fue un trabajo magnífico. La humana elegida se levantó un día y escribió el libro de una sentada. El único problema es que los duendes tienen un concepto un poco particular del mundo real y, cuando nuestro presidente le hizo el encargo, dijo: "haz que escriba un libro que lean las personalidades más importantes del mundo real". Según el criterio de los duendes, eso lleva directamente a escribir un libro infantil.

Bueno, ya que teníamos un libro infantil habría que sacar lo mejor de ello. Mandamos al hada que teníamos haciendo las prácticas de Cooperación Interespecial en la asociación a convencer a unos editores que viven en mitad del campo para que sacasen el libro y empezamos a preparar la delegación que vigilaría su expansión. El duende amigo de nuestro presi se coló en los sueños de la ilustradora para asegurarse de que nos sacaba a todos guapos y la verdad es que hizo un buen trabajo.



Primero estuvimos en una ciudad muy grande con muchas palomas (cómo me lo pasé asustándolas) donde venden unos caramelos dignos del mejor obrador troll (adoquines, los llaman; están tan crujientes...). Nuestro presidente se emocionó un poco y, como de joven trabajó en Fotochurro, se entretuvo emborronando algunas fotos. Aprovechamos para mirar puentes y sugerir a los trolls locales algunas calles que cortar. 

Hemos vuelto a este lugar varias veces (e ido a otros) para una cosa llamada "firmas de libros". Hemos podido ver a los niños humanos de cerca y constatar que son los que manejan el cotarro, aunque deben de tener un sistema educativo penoso si con siete años la mayoría no saben lo que es un basilisco o un centauro. Algunos no nos hemos podido aguantar y, por ejemplo, hicimos que se confundieran en la megafonía o en internet con el nombre de la autora. Nos lo hemos pasado pipa.


También hemos tomado nota de las cosas que no nos gustan. Por ejemplo, había adultos que miraban el libro y preguntaban que si era para niñas. Al principio dudábamos de si los niños humanos no tienen ojos para leer y las niñas sí, pero luego consultamos con los expertos en Chorradas Humanas y resulta que como la portada es así como lila rosácea y la gente tiene unas cosas muy incapacitantes llamadas Ideas Preconcebidas o Prejuicios, se lo asocian a las niñas. Qué difícil debe de ser crecer siendo humano, con todo el mundo diciéndote qué tiene que gustarte y qué no dependiendo de factores que no tienen nada que ver con nada. 

Otros adultos miraban el libro y decían: ¡tiene mucha letra! Pues claro, es un libro, no va a tener plátanos. Pero eso no es lo peor, es que lo tenía el niño en las manos todo ilusionado y le decían a él: ¡tiene mucha letra, no te lo puedes leer! Para eso ya tenemos a los trolls de Truncasueños, eso es intrusismo. Nos parece fatal.

La ATFC está muy satisfecha con el resultado de esta campaña. Yo, como becaria, espero que continúe porque así igual me contratan aunque sea a media jornada y puedo empezar a trollcotizar en condiciones. Os dejo con el vídeo corporativo para que vayáis aprendiendo lo que es un basilisco.


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