lunes, 20 de abril de 2015

Metadona literaria

Estoy muy cansadita después de un fin de semana muy heavy. Me duele todo y aquí estoy, escribiendo, así, por vicio. Echo de menos a mis animalicos, al bosque donde el tiempo hacía lo que le daba la gana y a lo que acechaba bajo los árboles arrastrando un hambre imposible de saciar. Tengo un síndrome de abstinencia bastante gordo cada vez que termino de escribir algo que no se calma si no me sumerjo en otra historia (u otras). Estos párrafos del blog son mera metadona. 


Esto soy yo después de un buen chute literario.


Como estamos en la semana del libro y esas cosas, he decidido volverme pobre y hacerme con algunos títulos para nutrir mi área de Broca. Uno de ellos será alguno de los que me quedan por leerme de Terry Pratchett (probablemente Thud! o Going Postal, tengo más cuerpo de Ankh-Morpork que de cabezologías), y es un big deal de la leche. Mientras me queden libros suyos por leer no tendré que asumir que no va a escribir más. Aunque no está muerto lo que se lee eternamente. Creo que la cita no era así, pero viene al pelo.

A veces me da por reparar en la cantidad de libricos bonicos que me quedan por descubrir o que aún no se han escrito y me pongo contenta así, sin pasar por la casilla de salida ni cobrar las diez mil pesetas. Ea. La felicidad está ahí dentro. O fuera. O no era la felicidad. Qué mal se me dan los lemas y las citas, leches.

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