jueves, 26 de marzo de 2015

Cinco cosas que me hacen cerrar un libro

...y no volverlos a abrir salvo en el caso número 5.

1. Las explicaciones farragosas. Si estoy leyendo narrativa, no quiero encontrarme con seis páginas seguidas de "mira, voy a explicarte cómo funciona la magia/ciencia de este mundo a través de un personaje que no sabe preguntando a otro que controla". ME ABURRO. O me lo cuelas de forma que no me entere (lo cual loará tus habilidades de narración) o no me lo cuentes, porque dejaré de leer ahí mismo o, como mucho, empezaré a leer en diagonal. Si quisiera empaparme de cómo funciona x tipo de magia me habría comprado un manual de rol.

2. La perdiz suplicando un Dogmatil. Me repatean las historias en las que el enamorado 1 y el enamorado 2 no hacen más que dar vueltas en un torbellino de malentendidos, sobreentendidos y gilimindreces en almíbar. Es marear la perdiz. En cuanto veo que la cosa va de esto, paso de seguir, porque sé que me condeno.




La perdiz damnificada.


3. Las magufadas del Mercadona. El rollo Código da Vinci marca blanca con iluminados que ven en los cuadros del Prado pistas secretas para encontrar los pañales del niños Jesús en los sótanos de un colegio de monjas me lo tomo como un insulto personal. Mis matrículas de honor en Iconografía Medieval no fueron gratis, y que me intenten convencer de que las uvas eran el símbolo secreto de la Orden de Exabrupto hace no sólo que cierre el libro, sino que me suma en una reflexión sin respuesta sobre por qué cojones la gente ni se documenta ni le importa una mierda documentarse.


Mártir random para ilustrar: Santa Águeda, alabemos al gore.

4. Los comienzos misteriosos. Esos comienzos con un misterioso vecino o un misterioso cementerio o una misteriosa compañera de clase o un misterioso libro o un misterioso campamento en los cuales me dicen "qué misterioso es", así, con todas las letras, en lugar de demostrármelo para que yo piense solica "ostras, qué misterioso todo". No. 

5. Seguir fría a las quince páginas. Esto carece de objetividad y causas razonadas. Si empiezo un libro y a las pocas páginas siento que me da todo igual, no sigo. Ese mismo libro, empezado dos años después, puede engancharme irremediablemente.  En este caso hay segunda oportunidad, sí, cosa que no suele haber en los anteriores.

¿Por qué cerráis los libros?

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