En el Thrais adoptaron gozosamente a la Enéada, ya que reconocieron
en el Dios Azul y la Diosa Velada a Rado y Vora, sus dioses mellizos,
los que tejen el tiempo a base de hilos entorchados
con los sueños que recolectan en los niños de corta edad.
Hay muchas canciones en el Thrais que hablan de ellos, pero quizá la más famosa sea la nana de Rado y Vora, que trata de persuadir
a los pequeños para que se duerman lo más rápido posible.
Esto es comprensible, ya que se cree que los niños dormidos están a salvo de Khardärago, el Dios Hambriento, a quien en Larda llaman Urboja;
mientras los cachorros sueñan, Rado y Vora están cerca,
y la temible deidad ávida no puede acercarse a ellos.
Se cree, además, que el tiempo cesará si los niños dejan de soñar,
ya que Rado y Vora no tendrán hilo con el cual dar forma a un nuevo año.
Esta canción de cuna tiene tantas versiones como madres ha habido Arubase, pero todas empiezan de la misma manera...
"Cierra los ojos y duérmete ya..."
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