jueves, 3 de septiembre de 2015

Urboja está al caer

Cuando empecé a escribir La Suerte del Dios Hambriento tenía claro que iba a ir de un dios que comiera niños. Fue de estas cosas que de repente coge forma y pide una estructura y unos personajes muy concretos, así que no tuve que hacer demasiado encaje de bolillos con ella. Sin embargo, durante mucho tiempo, el título fue una incógnita y lo llamé simplemente "Urboja". Recuerdo también que lo organicé a base de post-its de colores en el lateral de una estantería. Creo que todavía sobreviven algunos allí pegados.

Algo a tener en cuenta antes de empezar a leer el libro.

Curiosidades aparte, yo venía aquí hoy a dejar constancia de una entrevistica muy maja que ha aparecido publicada en la web de Sportula. Para leerla sólo tenéis que pinchar donde dice "pincha aquí para leer la entrevista". Venga, que no tiene pérdida, no es nada comparado con montar una silla del Ikea o hacer trasbordo en Avenida de América.



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