jueves, 8 de enero de 2015

2015

¡Un año nuevo por delante, inmaculado y a reventar de potencialidad! ¿Qué se puede hacer con él?

Tengo un poco difuminados 2013 y 2014 en términos de lectura, así que voy a considerarlos un solo año. Creo, de todas formas, que apenas leí nada en 2013 dado el maravilloso trabajo rompelomos que realizaba. En cuestión de literatura, The Ocean at the end of the Lane, de Neil Gaiman, es lo mejorcico que rescato de este tiempo. También cayó El Sueño de los Muertos, de Virginia Pérez de la Puente, que lo cogí un poco "a ver qué es esto" y resultó estar a media saga, que es como me gusta a mí leer las cosas y ver las series. Me vino bien en el momento en que lo leí porque tenía ganas de matar a todo el mundo y el libro satisfizo mi necesidad de sangre con creces. Me agencié La Música del Silencio, que cayó en una tarde, y Me vestiré de medianoche y La Verdad, que lo tenía pendiente, de Terry Pratchett. Este hombre no decae.

He empezado el 2015 con Mis Alas por un Beso (qué fiesta tratar de leer el ebook sin e-reader y con un Ubuntu que renquea en un ordenador de ocho años) y ha sido un buen comienzo de año. Si los personajes de un libro me dan ganas de arrancarles la cabeza, el libro es bueno. Nada estan real como los errores y los comportamientos absurdos que tienen las personas de vez en cuando. 

Tengo intención de, al menos, triplicar los títulos leídos este año. A ver si es posible.


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