A instancia de Marta Conejo, a quien conocí en un encuentro de escritoras y tengo pendiente leer (pretendo regalarme Mis alas por un beso esta Navidad), procedo a confesar "secretos" literarios varios. No sé si llamarlos así porque no tiendo a esconderlos, pero tampoco voy pregonándolos por ahí.
1. El universo Dragonlance es de lo peor que le ha pasado a la literatura fantástica.
Sí. Lo siento. No, no lo siento. Libros y libros en los que no pasa nada. Los kender son un engendro grotesco. Los elfos y los enanos son una burda sombra de las especies redondas que Tolkien creó. Hay sólo un personaje decente y es Raistlin, que se merece un contexto sesenta veces mejor. Qué historia habría salido de no estar rodeado de pazguatos, Kitiara incluida. (Odiadme. Es una guay con ínfulas de grandeza que no le llega a su hermano a la altura de la sandalia. He dicho)
2. No he podido con La Fundación.
Tengo pendiente a Asimov, a mis años. Mea culpa quizá el haber intentado leérmelo con doce años, pero desde entonces no he sido capaz de hincarle el diente.
3. No aguanto los libros "de aventuras".
Los libros rollo "secreto masónico de tal catedral que es descifrado por el periodista de turno y la sexy bibliotecaria infravalorada" que están tan de moda me estomagan. Sobre todo porque normalmente se pasan trescientas páginas mareando la perdiz en el tema sentimental y no puedo con los sobreentendidos.
4. La deformación profesional me estropea muchas historias.
Los veo venir. Huy, este va a ser el malo traidor, esto va a acabar así, este va a morir. Es lo necesario para que la narración funcione. Es muy difícil sorprenderme y eso es triste. Sin embargo, me hacen los ojos chiribitas cuando consiguen partirme el pensamiento lateral.
5. Me estoy hartando de la fantasía real.
El rollo GRR Martin, que viene a ser un mundo medieval con una poca de magia, donde la gente se pasa la mitad de las páginas con los intestinos por fuera, refocilándose o regocijándose en sus necesidades fisiológicas me empieza a cansar. Que sí, que en la Edad Media era así y todo el mundo olía mal e iba al baño como todo hijo de vecino y se moría de caries. Ya lo sabemos. Eso es REAL. Cuando leo fantasía, quiero FANTASÍA. Unicornios y magia y un mundo donde pueda olvidarme de la prosaicidad del mundo real. Si quisiera mundo real antiguo cogería a Homero o a Shakespeare o a Catulo. Esta "fantasía real" que se lleva últimamente me hace imaginarme a los autores en plan Grinch, "¿Buscas magia? Te voy a dar yo..."
Tiene su gracia, en sus dosis, pero parece que es el rumbo que ha de tomar la fantasía porque mola más que sea "realista" (toma oxímoron) y no me gusta. Mi estándar es El Silmarillion. Ea.
6. Cuanto menos me entere de quién es quién, mejor.
Hay gente que se pierde con más de tres personajes. A mí me gusta perder el hijo de quién era el cuñado de quién y que salgan hijos secretos y amores perdidos a tres páginas del final, pero de forma que encaje todo de repente, rollo Cien Años de Soledad o El Círculo Mágico o, por supuesto, El Silmarillion. Me gusta tener que hacer un árbol genealógico al finalizar la primera lectura y tener que hacer una segunda lectura para descubrir las cosas que me he perdido antes. Hace que los libros duren más.
Pues ya está. La verdad es que se queda una nueva al ponerlo por escrito, oiga...
JAJAJAJA amo lo de "fantasía, unicornios y esas cosas" la verdad es que pienso lo mismo que tú.
ResponderEliminarY creo que somos almas gemelas en lo de autospoilearnos el libro... odio ver películas y libros y saber lo que va a pasar porque "para ti es un canteo grande"... luego hablas con tus familiares y no lo es... jajaja
Que sepas que yo también pretendo autorregalarmelo jajaja nos dejó buen sabor de boca la historia :D
Ya que va de autospoilers el tema, precisamente El Silmarillion (en el que coincido como referente fantástico) es probablemente el libro autospoiler por antonomasia. Vas a leer un capítulo y a menudo te encuentras con algo como esto:
ResponderEliminar"Ésta es la historia de fulanito hijo de sotanito que se fue de picos pardos y la historia acaba tal que así. Pues bien, había una vez..."
Lo he visto y no podía resistirme a comentar. 100% de acuerdo en todos los puntos, excepto en el 5, el de la fantasía real. Las Crónicas de la Dragonlance estaban entretenidas, pero todo lo demás... buf. Y Fundación es una buena saga, pero yo tampoco he pasado del segundo libro. Tiempo al tiempo.
ResponderEliminarUn saludo, y enhorabuena por el blog.