jueves, 19 de febrero de 2015

Libros de señores muertos: Madame Bovary

El otro día Youtube, que es una manifestación traviesa del poder de los dioses del Caos, me sugirió un tráiler. "Madame Bovary", decía. Por puro espíritu investigador decidí verlo, ya que la susodicha novela de Flaubert fue uno de mis dolores de hígado en tercero de carrera, como lectura obligatoria de "Literatura de los siglos XIX y XX", una obligatoria cuyo profesor era excelente aunque la materia en sí me provocara urticaria.

Vamos a hablar un poco del libro en cuestión.

Recuerdo querer arrancarle la piel a tiras a Emma Bovary desde la tercera página. Es un personaje tremendamente bien construido, de los más sólidos que podréis encontrar en la literatura, que se nos presenta con todos sus defectos descarnados metiendo la pata de diversas formas coherentes con su patología mental a lo largo de todo el libro, haciendo gala de una mezcla explosiva entre egoísmo, anhelos románticos insatisfechos y ser más tonta que el asa de un cubo a la vez que ignorando todo lo anterior. A todo esto el marido no se entera de la misa la media y tiene a la hija como quien tiene un ficus en el rellano de la escalera. Sirve de sátira, de crítica social, de exposición inclemente del alma humana. Es un libro cojonudo, supongo que por eso tiene el poder de cabrearme tanto. 

Y ahora, hijitos, vienen los spoilers.



El tráiler pregona que está basado "en la clásica historia de amor de Flaubert".

¿Historia de amor? ¿Mande? ¿Lo qué? O_o ¡Historia de amor! ¿Dónde hay amor en "Madame Bovary"? Desde luego, no en el sentido habitual de "persona se enamora de otra persona". Si hay algo que se pueda llamar "amor" en la obra es, quizá, el que tiene Emma por la imagen que anhela de sí misma como dama amada y amante. Está enamorada de la idea romántica de sí misma, enamorada del amor en sí, buscando un foco para sus  atenciones que la conviertan en objeto de las mismas. Para tratar de vivir su ¿sueño? se arruina, entre otras cosas. Frustrada, en lugar de enfrentarse a sus problemas, termina haciéndose un bocata de arsénico, que es una salida súper-madura, oiga.

Que no, que no es una historia de amor. Es el retrato de un tipo de persona que te toca en la familia y te jode la vida, así de claro. Quien se sienta identificado con ella tratará de disculparla y a quien le haya tocado sufrir a alguien así probablemente le remueva varias capas de consciencia. Sea como sea, la magia de Flaubert es saber presentarlo como quien no quiere la cosa, casi sin tomar partido, dejando al lector decidir. Brutal.

Lo que sí he podido ver es que está muy bien ambientada y que la actriz es perfecta para encarnar a la pavisiesa de Emma. "Mi" Emma Bovary estaba bastante más paliducha y demacrada, pero bueno. Por lo poco que he visto, se pega un papelón tremendo. Habrá que verla. Acabo de caer en que no sé ni cuándo se estrena, igual lleva un tiempo ya en la calle y todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe sólo si tus palabras honran el silencio.