jueves, 13 de junio de 2019

De niños, jóvenes y estupefacción

Llevo un tiempo preguntándome qué leches es la literatura juvenil.

Nunca me ha gustado la clasificación de libros por edades, ni siquiera cuando era pequeña. A estas alturas, ya escribiendo, me he dado cuenta de que cuando escribo "para niños" no estoy pensando en gente que lleva menos de x tiempo estando viva, sino en almas que combinan inocencia, capacidad de asombro y de fliparse y entrar en él sin reservas. Pienso en gente que quiere jugar y descubrir, tenga ocho años o cincuenta.



Así que me he dado cuenta de que no termino de entender bajo qué criterios se clasifica algo como literatura infantil o juvenil o qué. ¿Vocabulario, estructuras sintácticas? ¿Temática? ¿Proporción de ilustraciones? Asociar cualquiera de esas cosas con la edad del lector potencial me da cierta... Alergia. Repelús. Urg. Veo normal que los libros más sencillos en materia de sintaxis, vocabulario y tal sean más adecuados para gente que está aprendiendo a leer. Casualmente esa gente suele tener seis años (SUELE).

Haciendo una búsqueda así trapera en Google sobre definiciones, me encuentro profundamente insultada. Copio de la Wikipedia y ya cada uno que saque sus conclusiones.

Los temas tratados en la literatura juvenil no difieren en mucho de los de la literatura de adultos (amor, tragedia, guerra...) si bien se les da un tratamiento bastante más lineal tanto a estos como a los personajes, siendo estos últimos de poca variabilidad psicológica. Esta interiorización se minimiza dando mayor importancia a la acción que a la caracterización psicológica de los personajes. Asimismo, los personajes suelen ser creados para que el público lector pueda identificarse con ellos, especialmente los protagonistas. Sin embargo, algunos autores han señalado lo conveniente de que esta literatura, por su carácter de experiencia y la influencia que tiene en los lectores, ha de elegir cuidadosamente sus temas. En este sentido, se suele señalar como tema genérico la búsqueda de identidad del protagonista, a la vez que la identificación del lector con él.​

Vamos, "la literatura juvenil es p'a tontos". Mi yo de trece, de dieciséis años, me grita desde mi pasado que si esa gente se piensa que soy tonta. Así, en presente, sí. La idea de que por ser joven tienen que "masticarte" los temas, no sea que te atragantes, y te vamos a crear personajes molde, por si te falta un verano y no eres capaz de desarrollar un mínimo de empatía... IDOS A LA PORRA, QUE VAIS BIEN MANDADOS. Lo de que ha de elegir cuidadosamente sus temas... ¿Estamos hablando de censura, porque los niños y jóvenes no saben pensar y hay que "protegerlos"?

Sin embargo, me parece interesante lo de la búsqueda de identidad del protagonista. Eso sí puede tener algún sentido.

Cuidado, que me he dejado la mejor frase:

El objetivo de la literatura juvenil es el escapismo, la gratificación instantánea, la nostalgia y ser algo agradable y ameno para el lector.

Voy a respirar profundamente para no ponerme a estrangular gente de forma aleatoria y gratuita. ¿El de la literatura "adulta", entonces, cuál es? ¿Abonar el campo? ¿Calzar la pata de la silla? ¿De verdad buscan cosas diferentes adultos y jóvenes al leer? No confundamos tener o no núcleo con ser algo agradable y ameno para el lector.

Quizá lo que más me fastidia es que todo lo que es "para niños/jóvenes" se considera "menor" así en el subconsciente colectivo, porque también se considera a niños y jóvenes ciudadanos de segunda (que muchos derechos del menor, pero no los escucha ni dios). La gente crece y se le olvida lo que es ser niño o joven. Crean cosas para su idea de lo que es un niño o un joven, que suele coincidir con nociones de ausencia de criterio, de "pobrecitos que no saben" y de considerarlos, en general, imbéciles. Y lo que me da miedo es que esa condescendencia sobreprotectora haga efecto pigmalión y coarte el potencial que tiene la gente que lleva x tiempo viva, le cercene las oportunidades de ponerse a prueba, de que le gusten cosas que no son "para ellos".

¿Que hay truños publicados con la intención de que los lean los jóvenes? Sí. Pero la gran mayoría de lo que se escribe pensando en que lo lean jóvenes no es un truño. También hay toneladas de "literatura para adultos" con personajes planos, tramas simplonas, vocabulario sencillo y recursos literarios que se centran en el símil, la hipérbole y, con suerte, la metáfora. 

He decidido reflexionar sobre el asunto, porque estas definiciones no me convencen. Empiezo a sospechar que no existe la "literatura juvenil" como tal. O que, de existir, el término "juvenil" no quiere decir "dirigido a personas humanas que llevan x tiempo vivas". A lo mejor "iniciática", partiendo de lo de la búsqueda de identidad, me va pareciendo mejor. La literatura que ahonda, de forma primaria o secundaria, en ese descubrimiento del mundo o de uno mismo. Vamos, eso de la búsqueda de identidad un poco ampliado. A eso es a lo que pienso llamar literatura juvenil a partir de ahora.

Sospecho, de todas formas, que no deja de ser una de esas etiquetas que pone la gente para poder excluir a otra gente de Su Chozo y sentirse mejores que los demás. También pasa con la fantasía. Deben de sentir una inseguridad muy grande respecto a la invulnerabilidad de Su Chozo, ya sea como escritores o lectores. La pertenencia al grupo guay, una y otra vez. Como si el instituto no se acabase nunca. Qué ironía tan deliciosa que le pongan la connotación peyorativa, precisamente, la literatura juvenil.