sábado, 4 de agosto de 2018

Lo peor que le puede pasar a tu libro de ciencia ficción

Spoiler: lo peor que le puede pasar a tu libro de ciencia ficción es que alguien compre los derechos y lo convierta en una película de fantasía.

Imaginaos que dais con un libro de ciencia ficción infantil que está bien escrito, es coherente y además trasmite un mensaje agridulce (el mundo no está preparado para ciertos avances y reacciona con odio hacia lo que no entiende, principalmente, aunque toca otros palos al hilo de eso).

Queréis leerlo, lo sé. Os lo dejo aquí, recomendadísimo, tengáis ocho años o sesenta y tres.



Intentando no hacer muchos spoilers, va de ratas inteligentes y tecnología. Su mayor virtud para mi yo de diez años fue que los roedores no eran antropomórficos ni llevaban delantales ni camisetitas: eran roedores haciendo cosas de roedores, no imitando a los humanos ni reflejando un mundo humano en miniatura. Los problemas los resolvían con su cerebro y física elemental. Todo correcto.

Alguien tuvo la idea, supongo que al rebufo de las películas de ratones (Los Rescatadores, Fievel, Stuart Little y demás) de hacer una película con esto y convertirla en una película de ratones más, con delantales. Behold:



Antropomorfización y ropa humana: check
Cambiar el nombre just because: check
Enhorabuena, chavales, hemos dejado nuestra huella y satisfecho nuestro ego


En fin. De un libro genial salió un truño infumable. Adaptar a otro medio es traducir y traducir empieza por entender en medio (o idioma) original. Si lo que has entendido del libro es "ratones" en lugar de "reflexión profunda sobre qué nos hace persona y lo cabezones que podemos ser los humanos", pues es lo que pasa: te llevas a tu película los ratones y en el hueco de las cosas que no has entendido metes lo que te sale del níspero.

Magia, por ejemplo.

Y estoy hablando de magia usada de la peor forma posible en una narración: igualan magia a deus ex machina, sacándose de la manga un medallón mágico que no estaba en el libro que es lo que soluciona el asunto al final. No el cerebro ni la física elemental ni todas esas cosas que transmitían el mensaje del libro, no.

En fin. Es el tipo de soluciones que denigran la fantasía y crean la idea extendida de que no es un género serio porque todo lo hizo un mago. Es el tipo de reacción ante el público infantil "adaptando" algo como si los niños fueran idiotas o se les pudiera colar cualquier truño. Es un exponente de tantos "esto es lo que NO se hace" que deberían enterrar todas las copias en algún desierto despoblado, como hicieron con el videojuego de E.T.

Así que sí, lo peor que le pueden hacer a tu libro de ciencia ficción es echarlo en el cubo donde churras y merinas son la misma cosa, nadie ve necesario salir de sus ideas preconcebidas sobre los géneros que considera menores y actúa en consecuencia y tampoco les importa el resultado final.

En cualquier caso, La señora Frisby y las ratas de Nimh es un libraco. Leedlo. Entregaos a la magia de verdad.